Una suave brisa jugaba con mi pelo, estaba atardeciendo, y los rayos débiles del Sol caían sobre mi rostro, estaba sola, o al menos eso pensaba. La noche se tornaba cada vez mas cerca, la soledad y melancolía me inundaban como si supiera que fuera a ocurrirme.

— Sakura — Me llamaba una voz ronca que provenía de las sombras. Volteé y algo asustada, con voz entre cortada le dije:
— ¿Qui-quien rayos eres? —
— Valla, valla, ahora no me reconoces ¿No?, mi flor de cerezo…— Me decía mientras su voz se acercaba más y más, estaba tan nerviosa que no podía pronunciar palabra alguna.

Sentía que sus pasos aceleraban, produciéndome un escalofrió y horror, sentí como un peso se apoyaba en mi hombro, me congelé por completo y al mismo tiempo una fuerte y estrepita lluvia empezaba anunciando una larga y fría noche, las gotas de agua caían en mi rostro provocándome reaccionar y pestañar un par de veces para volver en mi…

— ¡Déjame! — Le grité a la sombra que estaba detrás de mí, girando y dándole un golpe, alejando su mano de mi hombro.

La persona que se encontraba ahí, parecía no extrañarse de mi actitud, su aroma se me hacia familiar, su altura, sus manos largas, sus ojos, no lograba ver su rostro ya que estaba cubierta por una masca negra que combinaba con sus ojos azabaches.

— Eres tan linda… ¡Pero a la vez tan…!— Dijo corriendo y acercándose a mi con una katana negra, y atravesándomela por el abdomen, al instante escupí sangre, caí al suelo casi moribunda, veía borrosamente como aquella silueta masculina daba una, dos, tres puñaladas en distintos lugares, ya no podía respirar…
— Siempre fuiste un estorbo- — Me dijo sin dejar de apuñalarme, no me miraba a los ojos.

La palabra ¨Estorbo¨ resonaba en mi cabeza ¨ ¿Acaso será posible…? ¨. Me pregunté mientras algunas lágrimas de sangre caían de mis ojos casi salidos del dolor.

¨ No… no es imposible ¨ Me convencía a mi misma en medio de la desesperación. Abría la boca, tratando de tomar aire, pero era inútil mi esfuerzo, yo ya estaba agonizando, su mirada se posó en mis ojos, esos ojos… yo los había visto antes… esos ojos llenos de soledad, dolor y venganza, sentía que esos ojos eran míos…

—Adiós Sakura… Me aseguraré de mandarte al infierno…— Me dijo antes de dar ¨El golpe final¨, sentí como mis órganos de comprimían, causándome dolor, impotencia, sufrimiento.

Hice un ultimo movimientos forzoso, tenia que saber quien aquel que estaba acabando con mi vida sin remordimiento, levanté mi manos derecha, la posé sobre la mascara, la empecé a sacar lenta y dolorosamente, vi su rostro, sus ojos llenos de odio, me vi reflejada en ellos, me vi bañada de sangre, con la boca abierta, los ojos sin brillo, vi mi final en aquel rostro que amé por mucho tiempo, era mi amor, mi héroe, mi shinobi, mi príncipe, mi ilusión, era…

—Sa-Sasuke— Le dije con mi ultimo aliento mientras mi brazo derecho caía sobre un charco de sangre, salpicándole por el rostro llenos de odio de aquel que alguna vez amé.

De alguna forma me merecía eso… había matado a Naruto por dejar de amarme, había asesinado, descuartizado a Hinata, ella siempre tan linda y amable, maté a Neji, salio en defensa de la Hyuuga, maté a Ino, ella siempre esperó a Sasuke, ella siempre lo amo, ella siempre creyó amarlo mas que yo… ¡Ja! De alguna forma… me merecía eso… pero aun así… desde el infierno… procuraré hacerlos infelices a aquellos que me hicieron eternamente infeliz…